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Jose A. Morillo Gallardo

 

​  Todo comienza un 1 de junio de 1981, continua con una mente inquieta y no se sabe donde acaba. La única manera con la que se consigue que una mente, que no para de imaginar y pensar, este en blanco, es dibujando, la única manera es dejando que esa imaginación intangible se vuelva algo físico y material. El resultado es dejar que la imaginación vea a través de los ojos lo que tanto tiempo lleva proyectando y para ello ha mandado a las manos que lo construyan y lo plasmen en el papel. 

 El padre vislumbra a su hijo por primera vez y siempre hay algo que no le convence, pero no deja de intentarlo porque algo le dice que tiene que hacerlo una y otra vez para librarse de esa idea y empezar con otra nueva. Está cansado de la realidad, todas las imágenes que posee y cuya fuente fueron sus ojos provienen del mundo que tiene en frente y que no quiere volver a reproducir en el papel, quiere cambiarlo, quiere aportarle algo nuevo, rediseñarlo a su gusto.

 

Desde 1981 hasta el día de hoy estos han sido los resultados... 

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